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Consumo energético e impacto ambiental de la captura y almacenamiento de carbono


La implementación de sistemas de captura y almacenamiento de carbono implica un aumento de la producción de CO2. Esto se debe a la pérdida de eficiencia de la central debido al aumento del consumo energético necesario para las fases de captación, transporte y almacenamiento del CO2.

Los valores de aumento de consumo de combustible por kWh producido para instalaciones existentes que capturen cerca del 90% del CO2 producido, varían entre el 11% y el 40% (según la tecnología). Sin embargo, estos valores son esencialmente para instalaciones ya existentes.


Para instalaciones de captura piloto, se estima que la energía térmica adicional por cada tonelada de CO2 capturado ronda los 2 GJ (una reducción en la eficiencia de entre un 15% y un 25%).

Riesgos ambientales y humanos en la captura


- Aumento de las emisiones de algunos contaminantes, como CO y NOx, que no son capturados en el proceso.

- Riesgos eventuales para la salud humana por la presencia de CO2 en grandes concentraciones, o en estado sólido (bajas temperaturas: posibles quemaduras en derrames accidentales).

Riesgos ambientales y humanos en el transporte




- El transporte por gaseoducto no presenta problemas superiores a los que ya se afrontan para el transporte de gases como el gas natural. Existe siempre un eventual riesgo de fuga o reventón, pero sin el problema de la inflamación.
- Para el transporte vía terrestre o marítima, la situación es semejante al transporte de otro tipo de gases industriales, existiendo siempre una posibilidad relativamente pequeña de riesgo de accidentes y eventuales derramamientos de CO2, cuyas consecuencias están por estudiar, pero que pueden eventualmente causar asfixia.

Riesgos ambientales y humanos en el almacenamiento


Existen dos categorías de riesgos:

- Riesgos mundiales: si hubiera una fuga considerable en un depósito de CO2, esto podría contribuir significativamente en las alteraciones climáticas.

- Riesgos locales: fugas por fallos en los pozos, que pueden afectar a los trabajadores locales y a los equipos de reparación de fugas. O bien fugas por fallas geológicas no detectadas, creando una eventual contaminación de los acuíferos y acidificación de los suelos.

Para el caso del almacenamiento oceánico, el riesgo es bastante más elevado, teniendo en cuenta la falta de información disponible en cuanto a los efectos del aumento de la concentración de CO2 (acidificación) en los ecosistemas marítimos.

Caso de estudio: Proyecto CASTOR


El Proyecto CASTOR integra tres componentes de I+D: Captura de Carbono, Reducción en las emisiones europeas en un 10% y análisis de la eficacia y los riesgos del almacenamiento.

Captura

- Sistema de captura: post-combustión en instalación de producción de energía eléctrica de carbón en Esbjerg (Dinamarca).

- Energía térmica consumida en el proceso: 2,0 GJ/t de CO2, a una tasa del 90% de captura.

- Coste por tonelada de CO2 capturada: 20 a 30 €.

- Reducción de la eficiencia de la instalación: entre un 15% y un 25%.

- Aumento en los costes de la energía: cerca del 50%.

- Capacidad de captura: 1 tonelada de CO2 por hora.

El área de la instalación no aumentó significativamente debido al sistema de captura.